El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de marzo ha registrado un crecimiento sorprendente del 3,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, de acuerdo con el informe del Banco Central. Esta cifra no solo supera las expectativas del mercado, que contemplaban un aumento aproximado del 3,1%, sino que también sobrepasa el 2,2% proyectado por la Encuesta de Expectativas Económicas del propio instituto emisor. Además, al analizar los datos desestacionalizados, se observa un incremento del 0,8% respecto a febrero, que había experimentado una contracción del -0,6%.
La notable expansión del Imacec se atribuye principalmente a la vitalidad de todos sus componentes, siendo el sector productivo el más destacado. Particularmente, el sector minero jugó un papel crucial, señalando una expansión del 6,0%. Este crecimiento se produce en un contexto en el que el precio del cobre ha alcanzado niveles históricos, impulsado en parte por la incertidumbre en torno a las políticas arancelarias del gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump. Analistas como Diego Valda, de Zurich AGF, subrayan que este dinamismo podría continuar en los próximos meses, gracias a la producción sostenida en distintos yacimientos mineros.
Además de la fortaleza del sector minero, se ha observado un importante aumento del 13% en la inversión pública durante el primer trimestre del año, lo que ha sido fundamental para el repunte de la actividad económica en el país. Este incremento en la inversión puede ser considerado un factor positivo que contribuye al crecimiento sostenido, pero también plantea interrogantes sobre la continuidad de este desempeño en los próximos meses. Algunos analistas advierten que el ritmo de crecimiento podría no prolongarse debido a las presiones del entorno internacional.
En un análisis más cauteloso, expertos de Santander han señalado que, a pesar del dinamismo observado desde finales del año pasado, se anticipa una desaceleración en el crecimiento económico. Factores como el deterioro del entorno global y el desvanecimiento de elementos transitorios que impulsaron el crecimiento ponen en riesgo esta tendencia. Bajo esta premisa, la evolución de la Tasa de Política Monetaria (TPM) se convertirá en un aspecto crucial a seguir, ya que la inflación se mantiene por encima del rango meta establecido por el Banco Central.
De cara al futuro, Scotiabank ha indicado que el corredor de tasa contempla recortes en septiembre y diciembre, aunque existe la posibilidad de que la autoridad monetaria adelante el primer recorte a julio, dependiendo de las decisiones de la Reserva Federal de EE.UU. y la evolución de la inflación. Este contexto muestra que, aunque los datos de marzo son alentadores, el camino hacia adelante podría estar lleno de incertidumbres que exigirán atención cuidadosa y estratégica por parte de los economistas y las autoridades.
