En un reciente desarrollo, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) ha formulado cargos contra seis empresas eléctricas debido a su falta de respuesta a los llamados de electrodependientes durante el megacorte de electricidad acontecido en 2024. Las compañías implicadas son CHILQUINTA, ENEL COLINA, FRONTEL, LITORAL, LUZ LINARES y SAESA, y se ha demostrado que estas no atendieron las solicitudes de al menos 57 clientes electrodependientes, quienes se encontraron sin suministro eléctrico en momentos críticos.
El informe detalló que un total de 238 intentos de contacto fueron realizados por estos 57 electrodependientes, divididos a razón de 13 clientes cada una para LITORAL y CHILQUINTA, 10 para ENEL COLINA, 8 para SAESA, 7 para FRONTEL y 6 para LUZ LINARES. Esta cifra evidencia no solo la gravedad de la inacción por parte de las empresas, sino también la continua ineficacia de los protocolos establecidos para atender a esta población vulnerable, cuya dependencia del suministro eléctrico es vital para su salud.
Además, es importante señalar que esta situación no es aislada, ya que se suma a una reformulación de cargos presentada en marzo de este año contra ENEL. Esta empresa enfrenta cargos por no entregar equipos de respaldo a pacientes electrodependientes, por no atender correctamente las llamadas de sus tutores y familiares, y por no priorizar el restablecimiento del servicio en los casos de emergencia, lo que contradice las normativas establecidas por la ley.
La superintendenta Marta Cabeza ha calificado este tipo de negligencia como un «hecho grave», subrayando que la falta de respuesta ante cortes de suministro puede constituir una situación de riesgo vital para los electrodependientes. Cabeza también indicó que la SEC no solo llevará a cabo sanciones, que pueden alcanzar hasta 10 mil Unidades Tributarias Anuales (UTA) por cada empresa, sino que también realizará un seguimiento continuo de cómo las empresas manejan кризисные ситуации de este tipo.
En conclusión, las reacciones de las compañías eléctricas ante las exigencias de la SEC reflejan una profunda falta de consideración por las necesidades de sus clientes más vulnerables. La situación destaca la urgente necesidad de que estas empresas adopten medidas efectivas para asegurar una atención adecuada y rápida a los electrodependientes, considerando que su bienestar depende del suministro eléctrico, y cualquier falla en la atención es, por lo tanto, literal y gravemente peligrosa.
