Cuando se habla de atractivo masculino, la conversación suele centrarse en cómo lograr un cuerpo ideal que, a menudo, se asocia con la definición muscular extrema y la baja grasa corporal. Sin embargo, investigaciones recientes indican que estos ideales no siempre coinciden con lo que la mayoría de las mujeres considera atractivo. En su último video, el especialista en composición corporal Menno Henselman comparte cifras reveladoras que sugieren que un porcentaje de grasa corporal más equilibrado puede ser la clave para maximizar el sex appeal de los hombres, desafiando así los estereotipos de belleza masculinos que predominan en la cultura popular.
Henselman fundamenta sus afirmaciones en un estudio que busca relacionar los niveles de grasa corporal con la atracción femenina. Las conclusiones son claras: el rango de grasa ideal para la mayoría de las mujeres se sitúa entre el 10% y el 15%. Este porcentaje ofrece un equilibrio atractivo, donde los músculos son visibles, pero sin caer en el extremo de un físico que podría considerarse poco saludable o demasiado obsesivo por la apariencia. Este hallazgo señala un cambio en la percepción del atractivo físico, alejándose de la idea de que menos es siempre más.
Aunque el ideal de grasa corporal oscila entre el 10% y el 15%, algunas mujeres muestran preferencia por lo que se ha popularizado como el ‘dad bod’, que implica un porcentaje de grasa corporal entre el 18% y el 20%. Este tipo de cuerpo, caracterizado por ser más suave y cómodo, puede resultar igualmente atractivo, confirmando que la diversidad corporal también juega un papel en los gustos de las mujeres. De esta manera, es evidente que la presión social sobre la estética masculina puede ser más variada de lo que comúnmente se reconoce.
Además de la grasa corporal, la masa muscular y la proporción de medidas también son factores cruciales a la hora de definir el atractivo masculino. Según el estudio citado por Henselman, una relación de 1,6 entre el ancho de los hombros y el de la cintura se considera ideal; una proporción que evoca salud y fuerza. Mientras que un cuerpo con cintura más grande que los hombros puede resultar menos atractivo a los ojos femeninos. Estas medidas no son meras cifras, sino que poseen implicaciones psicológicas y evolutivas en las cuales las mujeres buscan potencialmente a sus parejas por la salud y la capacidad de procrear.
Por último, es importante señalar que mantener un porcentaje de grasa corporal moderado, en lugar de buscar definiciones extremas por debajo del 8%, conlleva beneficios significativos para la salud. Niveles de grasa excesivamente bajos pueden ocasionar desequilibrios hormonales y fatiga, perjudicando el rendimiento deportivo. Así, la recomendación es clara: un enfoque más equilibrado hacia la grasa corporal no solo fomenta un atractivo físico sustentable, sino que también asegura una mayor calidad de vida y bienestar a largo plazo.