Una encuesta revelada esta mañana, arrojó que más de un tercio de los adultos mayores de Chile tienen depresión luego de dos años de confinamiento por la pandemia del Covid-19. Además, el estudio reveló que el 52% tiene síntomas de ansiedad.
Se trata de una estudio levantado por el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro. La investigación sondeó a un grupo 720 adultas y adultos mayores, bajo el marco de una encuesta titulada ‘Calidad de Vida de las Personas Mayores Chilenas durante la pandemia COVID-19′ que se realizó por la Universidad Católica junto a la compañía de seguros ConFuturo.
Los datos más reveladores indicaron que la depresión sufrió un incremento del 24% en 2019 al 39% en 2021, cuando la pandemia ya estaba en curso. A esto se suma que la sintomatología de este diagnóstico está presente más en mujeres que en hombres, alcanzando un 40% en la población femenina y un 32% en el sexo opuesto.
El estudio rescatado por El Mercurio, arrojó también que el trastorno de ansiedad aumentó de 40% en 2019 a un 52% en 2021. Mientras que los síntomas ansiosos aumentaron por igual en hombres y mujeres.
Asimismo, aumentó el sentimiento de soledad en los adultos mayores. Mientras que en 2019 se arrojó que el 42% de los adultos mayores indicaron sentirse solos, en 2021 aumentó al 53%.
La opinión de los expertos
Respecto a los resultados, el presidente de la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología, Gerardo Fasce, señaló a El Mercurio que estos datos son “nada sorpresivos, porque es algo que vemos y esperábamos que ocurriera” debido a la pandemia del Covid-19 y sus restricciones.
“El mensaje hacia ellos fue catastrófico respecto de lo que significa ser adulto mayor, con fuertes restricciones, lo cual creemos que ha repercutido. De hecho, hemos visto más casos de suicidio y más intensos”, aseguró.
Asimismo, lo aseguró Soledad Herrera, socióloga y líder de esta investigación quien coincide con la agrupación sosteniendo que “el impacto tuvo mucho que ver con el confinamiento obligatorio que hubo para este grupo de edad, para el cual la autonomía es súper importante, con una carga simbólica muy fuerte sobre ser sujetos vulnerables o dependientes”.
Los expertos concluyen que los datos dan cuenta de la necesidad de diseñar estrategias a mediano y largo plazo sobre políticas públicas que ayuden e incentiven a esta población a volver a recuperar su interacción social.
“Urge trabajar en la educación de lo que significa la vejez para no ser edadistas, a la vez que desarrollar políticas integrales para la salud física y mental de este grupo a través de la importancia de socializar”, finalizó Gerardo Fasce.
Relacionado